Sistemáticamente mediante la administración de cuestionarios, encuestas o entrevistas.
También recogiendo opiniones o analizando los productos que los proyectos se propusieron desarrollar. En las escuelas no se debería actuar pensando que hay una sola manera posible de evaluar. Evidentemente, el análisis de las prácticas de la evaluación no puede reducirse a la búsqueda del instrumento más certero. Más de una vez se obtienen elementos de análisis en situaciones totalmente informales. Sin embargo, deberíamos procurar que las evaluaciones y sus instrumentos sean válidos y confiables: que midan lo que pretendieron medir y que aplicadas en diferentes circunstancias nos provean de similares resultados. Escribir o documentar la información que se obtuvo nos permite revisar, estudiar y finalmente identificar la escala de notas de nuestro proyecto.
¿Quiénes evalúan?
En las instituciones educativas es importante la participación amplia y comprometida de todos aquellos a quienes les interesa mejorar el proyecto en las acciones para evaluarlo. Esto implica abrir la consulta para invitar y promover la participación, entendiendo que una buena manera de proporcionar datos e informes creíbles, confiables y valiosos se favorece cuando todos los que participaron en el proyecto se comprometen con él para encontrar los aspectos más relevantes, controvertidos, los que necesitan mejorarse o por qué no, suprimirse. En muchos proyectos se busca, además, la participación de alguien externo al mismo o de algún especialista en su contenido o en el medio utilizado para que provea de un análisis experto a la propuesta o proyecto de trabajo. La mirada del director o directora, del supervisor, de algún profesor especial, también puede ser involucrada y ofrecer planteamientos interesantes para su mejora. Cada uno de los evaluadores seguramente necesitará de un instrumento diferente o podrá abarcar un espectro del proyecto para el análisis: el interés que despertó en los estudiantes, los avances en el conocimiento, la participación de los padres, si aumentó el uso de la biblioteca o la consulta a fuentes diferentes, cuánto mejoró la relación entre los estudiantes, etc.